Santo Domingo
La mitad de los pacientes que son atendidos diariamente en el hospital Psiquiátrico Padre Billini están vinculados al uso y abuso de sustancias prohibidas, entre ellas drogas y alcohol, mientras que el restante corresponde a problemas de bipolaridad, trastorno depresivo mayor y esquizofrenia, reveló ayer la directora del centro, doctora Carmen Ramírez.
El hospital maneja un promedio diario de ingresos que ronda entre los 115 y 130 pacientes, mientras funciona en medio de limitaciones y precariedades debido al deterioro que presenta su planta física, matizada por grietas y filtraciones; dificultades en el servicio energético y deterioro del cableado interno y la baja subvención estatal que recibe que es de alrededor de un millón 400 mil pesos.
“El número de pacientes que recibimos se mantiene constante, pero si vemos que va subiendo la demanda de atención por uso y abuso de sustancias prohibidas. Este mes la mitad de los pacientes ingresados es por esa causa y son cada vez más joven, aunque como hospital tenemos un sesgo en ese nivel porque recibimos solamente mayores de 18 años”, señaló la especialista, quien ocupa el cargo desde febrero pasado.
Recordó que la enfermedad mental es multifactorial, donde hay genéticos, pero también ambientales que es donde se inscriben el uso y abuso de sustancias prohibidas.
El promedio de ingreso de los pacientes en el centro es de siete días y unos 46 pacientes viven de manera permanente, ya que fueron ingresados hace muchos años y perdieron el vínculo familiar.
HUMANIZADO Dijo que las mayores necesidades del centro están enfocadas a planta física, energía eléctrica, seguridad para el personal y mayores recursos económicos. Recordó que las instalaciones del hospital superan los 50 años por lo que están muy deterioradas.
No obstante, aunque reconocen el deterioro de la planta física, familiares de pacientes consultados resaltaron el buen trato que reciben los pacientes de parte del personal que labora en el centro, pero le preocupa el costo de los tratamientos psiquiátricos una vez son estabilizados y dados de alta. Julia Beltré atiende su hija en el hospital desde hace 15 años y dice sentirse muy conforme con el trato.
No obstante, señala que los costos de los medicamentos psiquiátricos les resultan inalcanzables, y que lo peor es que los seguros médicos no los cubren. Dice que con frecuencia tiene que pedir entre vecinos y familiares para suplirle el tratamiento. Igual situación expresó el padre de otra joven, quien dijo que solamente en dos medicamentos gasta mensualmente 8,000 pesos, los cuales no pueden faltarle porque es la única manera de mantenerla controlada.
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